Una vez expresada y desarrollada la anatomía sutil será más fácil comprender cómo las cargas energéticas depositadas en el agua que constituyen el soporte activo de las esencias florales, al ser ingeridos por la boca y absorbidos por las glándulas salivares, se confundirán con el torrente sanguíneo, pasando a los meridianos de acupuntura. De estos a los chakras y de aquí a través de los distintos cuerpos pasarán a desbloquear, con la vibración contraria, el nudo energético que nos tenía atrapados.
Las esencias florales permiten a través de su acción terapéutica, que la persona que las toma conecte con el grado de desarrollo que ha alcanzado en esa estructura y le permite visualizar o sentir el próximo reto que la vida desea experimentar para avanzar en su conocimiento.
Esto es posible porque los vegetales al ser parte del planeta y estar construidos con los mismos elementos del resto de la creación, albergan en su constitución la energía-información-consciencia de una de las estructuras en todo su espectro. De manera que por simpatía al ingerir el humano la esencia floral, le hará consciente de su grado de desarrollo, elemento este vital para la homeostasis de todo el sistema.
Da igual el punto evolutivo en el que se encuentre la persona dentro de la estructura desde la que se expresa ya que la esencia floral contiene desde el grado cero al máximo exponente de la expresión de la estructura que representa en el planeta tierra.
Este bloqueo ha sido posible por nuestra identificación con estructuras de la personalidad limitantes para las actuaciones de nuestra alma, provocando la desconexión con el ser como enfatiza Edward Bach. ¿Pero qué es nuestra personalidad? ¿Cómo se forma? ¿Qué diferencia existe entre el alma y la personalidad? ¿Cómo evitar esos bloqueos energéticos y desterrar la enfermedad? Las esencias florales nos ayudan a crecer como seres humanos libres, pero existe un trabajo personal que debe ser paralelo y ejecutarse sin demora si queremos ser seres de luz y vivir en armonía con el Cosmos.
Al hablar de la constitución sutil del ser humano hemos mencionado varios cuerpos y como desde el alma, punto de partida de nuestra verdadera realidad, desciende la energía por cada uno de estos vehículos hasta llegar al físico. La enfermedad aparece cuando la energía queda bloqueada en la mente (que no el cerebro), la emoción o el campo energético que condiciona el comportamiento físico, como consecuencia de estar reteniendo, estancando, el flujo libre de energía que circula por todo el ser, a través de la identificación de la conciencia en alguno de los aspectos limitantes de las estructuras.
La filosofía de Edward Bach habla del alma como principio vital y real del ser humano, la comparo con el disco duro de un ordenador donde se va insertando la información de las experiencias obtenidas en la vida, sumándole la de otras vidas, adquiriendo así comprensión de las distintas situaciones hasta tomar conciencia plena de la realidad última, desde este plano físico. La personalidad seria en este mismo símil un programa a ejecutar, diseñado previamente por el alma para aumentar su experiencia en un tema concreto o para eliminar facetas negativas y limitantes para la expansión de la consciencia.
Todo, absolutamente todo lo que nos ocurre en el transcurso de nuestra vida tiene como fundamento el desarrollo del Alma. Claro está que cuanto menos se cultive y menor conciencia tenga uno de este hecho, más dificultades encontraremos en nuestra vida.
En el proceso de aprendizaje es común la identificación con aspectos limitantes en nuestra personalidad que frenan el proceso de desarrollo. Esto es común en los primeros grados de desarrollo, cuando la conciencia aún está depositada sobre la necesidad de autoafirmación, ambición y poder egoísta. Estos son los fundamentos de la vida en esta etapa. La cultura tibetana denomina a esta energía "ego", de egoísmo, tiene que ver con la desconexión de nuestra alma con la visión grupal y se refuerza al pensar de forma separada potenciando todos los valores contrarios a la unidad o cuando se vive de espalda a la grandiosidad de nuestro ser. Estos rasgos de las estructuras psicoenergéticas-emocionales forman parte de espectro total de las mismas. Parte de esta información la he desarrollado en los capítulos anteriores. Durante este curso ampliare los contenidos para que conozcáis más sobre lo que percibo de ellas y como actuar de manera combinada en el trabajo interior y la ingesta de esencias florales para ampliar nuestra percepción y conectar con nuestra verdadera naturaleza.
Las esencias florales permiten a través de su acción terapéutica, que la persona que las toma conecte con el grado de desarrollo que ha alcanzado en esa estructura y le permite visualizar o sentir el próximo reto que la vida desea experimentar para avanzar en su conocimiento.
Esto es posible porque los vegetales al ser parte del planeta y estar construidos con los mismos elementos del resto de la creación, albergan en su constitución la energía-información-consciencia de una de las estructuras en todo su espectro. De manera que por simpatía al ingerir el humano la esencia floral, le hará consciente de su grado de desarrollo, elemento este vital para la homeostasis de todo el sistema.
Da igual el punto evolutivo en el que se encuentre la persona dentro de la estructura desde la que se expresa ya que la esencia floral contiene desde el grado cero al máximo exponente de la expresión de la estructura que representa en el planeta tierra.
Este bloqueo ha sido posible por nuestra identificación con estructuras de la personalidad limitantes para las actuaciones de nuestra alma, provocando la desconexión con el ser como enfatiza Edward Bach. ¿Pero qué es nuestra personalidad? ¿Cómo se forma? ¿Qué diferencia existe entre el alma y la personalidad? ¿Cómo evitar esos bloqueos energéticos y desterrar la enfermedad? Las esencias florales nos ayudan a crecer como seres humanos libres, pero existe un trabajo personal que debe ser paralelo y ejecutarse sin demora si queremos ser seres de luz y vivir en armonía con el Cosmos.
Al hablar de la constitución sutil del ser humano hemos mencionado varios cuerpos y como desde el alma, punto de partida de nuestra verdadera realidad, desciende la energía por cada uno de estos vehículos hasta llegar al físico. La enfermedad aparece cuando la energía queda bloqueada en la mente (que no el cerebro), la emoción o el campo energético que condiciona el comportamiento físico, como consecuencia de estar reteniendo, estancando, el flujo libre de energía que circula por todo el ser, a través de la identificación de la conciencia en alguno de los aspectos limitantes de las estructuras.
La filosofía de Edward Bach habla del alma como principio vital y real del ser humano, la comparo con el disco duro de un ordenador donde se va insertando la información de las experiencias obtenidas en la vida, sumándole la de otras vidas, adquiriendo así comprensión de las distintas situaciones hasta tomar conciencia plena de la realidad última, desde este plano físico. La personalidad seria en este mismo símil un programa a ejecutar, diseñado previamente por el alma para aumentar su experiencia en un tema concreto o para eliminar facetas negativas y limitantes para la expansión de la consciencia.
Todo, absolutamente todo lo que nos ocurre en el transcurso de nuestra vida tiene como fundamento el desarrollo del Alma. Claro está que cuanto menos se cultive y menor conciencia tenga uno de este hecho, más dificultades encontraremos en nuestra vida.
En el proceso de aprendizaje es común la identificación con aspectos limitantes en nuestra personalidad que frenan el proceso de desarrollo. Esto es común en los primeros grados de desarrollo, cuando la conciencia aún está depositada sobre la necesidad de autoafirmación, ambición y poder egoísta. Estos son los fundamentos de la vida en esta etapa. La cultura tibetana denomina a esta energía "ego", de egoísmo, tiene que ver con la desconexión de nuestra alma con la visión grupal y se refuerza al pensar de forma separada potenciando todos los valores contrarios a la unidad o cuando se vive de espalda a la grandiosidad de nuestro ser. Estos rasgos de las estructuras psicoenergéticas-emocionales forman parte de espectro total de las mismas. Parte de esta información la he desarrollado en los capítulos anteriores. Durante este curso ampliare los contenidos para que conozcáis más sobre lo que percibo de ellas y como actuar de manera combinada en el trabajo interior y la ingesta de esencias florales para ampliar nuestra percepción y conectar con nuestra verdadera naturaleza.