Esencias regidas por el SOL: son cardiacas, tonificantes, estimulantes, regenerantes, térmicas, reguladoras de la actividad cardíaca y adecuadas para el sistema circulatorio.
Esencias regidas por la LUNA: son refrescantes, emolientes, sedantes, influyen en las secrecciones líquidas, los órganos reproductores, la digestión y el sistema nervioso.
Esencias regidas por MERCURIO: son depurativas, estimulantes, activadoras de la circulación, de la respiración y del sistema nervioso; despiertan la inteligencia y la capacidad comunicativa.
Esencias regidas por VENUS: son calmantes, depurativas, diuréticas, refrescantes, antiinflamatorias. Actúan sobre la esfera emotiva, sobre el encanto personal, sobre la capacidad de contacto afectivo con el mundo exterior, tanto en forma de calor en los sentimientos como en la sensibilidad para percibir la belleza y la alegría. Estimula el temperamento artístico-creativo.
Esencias regidas por MARTE: son tonificantes y estimulantes, activan el sistema nerviosos y las defensas del organismo, afrodisíacos y enfervorizantes.
Esencias regidas por JUPITER: son antiespasmódicas, balsámicas, calmantes, pero también tonificantes, emolientes, antiinflamatorias, reguladoras del metabolismo.
Esencias regidas por SATURNO: son astringentes, antiflogísticas, refrescantes, sedantes, coagulantes, cicatrizantes y antifebriles. Actúan en la psique puesto que devuelven las funciones sentimentales frente a las del pensamiento racional, para construir una serenidad basada en la renuncia de lo que se ha vuelto insuficiente y una fijación sobre lo esencial.
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